Con la oposición de los diputados del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), el pasado 25 de abril, el Congreso Nacional comenzó la discusión para aprobar dos proyectos de Ley, ya dictaminados y encaminados a la posible privatización de los servicios de salud y educación pública. Ante tal situación, diferentes sectores sociales, entre los que se destacan, estudiantes, obreros, médicos y docentes, entre otros, iniciaron acciones de protesta, donde no ha faltado la respuesta represiva del Estado.
Las acciones pasivas, todas multitudinarias, iniciaron el pasado viernes 26 de abril, con la tradicional Marcha de las Antorchas, que no es más que un desfile de personas, que caminan pacíficamente con una antorcha encendida para denunciar la corrupción y atropellos a los derechos humanos.
La manifestación se dirigía a las inmediaciones del Congreso Nacional, pero cuando se aprestaban a llegar, militares y policías que custodian el edificio, los reprimieron con gases lacrimógenos. Allí detuvieron arbitrariamente a Melvin Roberto Osorto.
Para el lunes 29 de abril, el Colegio Médico de Honduras (CMH) y los distintos colegios magisteriales, llamaron a sus bases a un paro nacional de labores y marcharon en distintas ciudades del país. En Tegucigalpa, a tempranas horas de la mañana los pobladores se tomaron de la carretera que conduce norte del país, en la colonia El Carrizal, la que fue desalojada con gases lacrimógenos que lanzó la policía y el ejercito.
Paralelamente, miles de pobladores, estudiantes universitarios, médicos y los maestros, partían de la Universidad Pedagógica Nacional, Francisco Morazán, en una manifestación que al filo del mediodía llegaba a las inmediaciones del Congreso Nacional, cuyos alrededores se encontraban militarizados.
La manifestación era pacifica, pero para impedirles llegar al legislativo, la policía y el ejercito lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma, provocando una batalla campal en todo el centro de la capital. Los manifestantes respondieron con piedras.
En horas de la tarde, personas supuestamente infiltradas de los órganos represores del Estado, entraron al edificio municipal y lo incendiaron para hacerle creer a la población que la manifestación había sido violenta.
En ese momento la policía se hacía acompañar de personas vestidas de civil, supuestos paramilitares e hirieron de bala a José Humberto Duarte, un maestro de obra que confiadamente circulaba por el lugar.
Más tarde la policía reportó que el civil que disparó bala viva contra los manifestantes es de la Policía Municipal, de nombre Jairo Alberto Flores López, ex miembro de la Policía Nacional, supuestamente depurado de la institución por irregularidades cometidas.
La policía detuvo a tres estudiantes universitarios, Junior Zelaya, Kelden Zepeda y José Farid, a quienes los llevó a la posta del barrio El Marchén, con propósitos de criminalizarlos, bajo cargos de incentivar la violencia, sin embargo fueron liberados en horas de noche.
La policía le lanzó una bomba lacrimógena a Luis Fernando Moncada, estudiante de la carrera de letras de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, yuna bala de goma lanzada , también lesionó a la periodista Isis Ramírez, del canal de televisión GO Tv.
Asesinan a estudiantes
En horas de la noche de ese lunes 29 de abril, dos estudiantes de secundaria, que habían participado en la manifestación, aparecieron muertos en diferentes partes de la capital.
El cuerpo sin vida de Daniel Ávila, estudiante del Instituto Técnico Luis Bogran, apareció en la aldea El Carrizal, con un disparo de arma de fuego. En Residencial Plaza encontraron asesinado a Darli Dionisio Funes, él era estudiante de la jornada nocturna del Instituto Jesús Milla Selva. La moto de Funes apareció en la colonia Las Palmas, cercana de Residencial Plaza.
Denuncian amenazas
Las manifestaciones convocadas por el magisterio y los médicos, continuaron el martes 30 de abril.
La marcha que inició en la Universidad Pedagógica Nacional se dirigió en primera instancia al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), donde interpusieron una denuncia por la violación al derecho de libertad de expresión y demás amenazas del gobierno, contra los estudiantes y dirigentes del movimiento.
Una delegación conformada por maestros y médicos, fue recibida por el titular del CONADEH y seguidamente la manifestación continuó su recorrido.
Próximos a llegar al centro de la capital, un grupo conformado por médicos y maestros, se fueron a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas a entregar copia de la denuncia presentada en el CONADEH. Y el resto, marchó hacia el Congreso Nacional, donde fueron reprimidos con gas lacrimógeno, agua con gas pimienta y balas de goma.
Agreden a defensores
En el ínterin detuvieron arbitrariamente a siete estudiantes, incluidas dos menores de edad. Al estudiante Marvin Misael Cárdenas, a quien le habían revisado la mochila sin encontrarle nada, lo dejaron libre a los 20 minutos, pero lo volvieron a capturar, y queriéndolo criminalizar lo acusaban de andar en la mochila varias placas de motocicletas. Estas placas y las bolsas con los nombres de los dueños, después estaban tiradas en la calle.
A otros detenidos los querían acusar del robo de equipos y electrodomésticos de una tienda . Los detenidos reportaron que fueron golpeados por la policía cuando los detuvieron.
En la acción, también, la policía agredió física y verbalmente a los defensores de los derechos humanos de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos (ASOPODEHU), del Comité por la Libre Expresión (C-libre) y del Observatorio Ecuménico de los Derechos Humanos. A ellos les lanzaron bombas lacrimógenas, los empujaron con los escudos y les descalificaron sus trabajos.
Un policía les manifestó que ellos solo defienden a delincuentes y que no dicen nada cuando a ellos los agreden.
Primero de mayo
Tal como estaba planeado los trabajadores se concentraron en el barrio La Granja y salieron en una masiva marcha con rumbo a la plaza central, Francisco Morazán.
Todo transcurría con normalidad, con sus mantas y carteles, los obreros gritaban consignas, sin faltar el Fuera JOH. Todo era alegría, pero de repente, en el momento en que iban pasando los estudiantes universitarios, un numeroso grupo de policías que custodiaban la sede del Partido Nacional, trataron de dispersar la manifestación con bombas lacrimógenas.
Sin embargo la marcha siguió su recorrido y llegó al centro de la ciudad, pese a que los alrededores del Congreso Nacional estaban militarizados. En la Plaza central hubo discursos de diversas personalidades y para finalizar, el presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), Juan Barahona, le dio lectura al manifiesto de las centrales.
A las 12.30 pm ya eran pocas las personas que quedaban en la plaza central y de los que estaban, la mayoría se trataba de vendedores ambulantes y algunos estudiantes. Pero la policía comenzó la represión lanzando bombas lacrimógenas.
Los presentes, respondieron con piedras. Pero el ataque policial los obligó a correr y a entrar al barrio El Chile, donde la policía no solo los persiguió sino además lanzó gases tóxicos al interior de las viviendas, sin tomar en cuenta que adentro habían niños, personas con retos especiales y adultos mayores.
En este lugar también les lanzaron gases a los miembros de la Cruz Roja, en el momento en que llegaban en ambulancias para darles auxilio a los afectados, incluidos un niño de tres años, otro de 26 días de nacido y una señora de la tercera edad.
En ese momento también fue afectado con el impacto de una piedra que le cayó en la cara, el periodista Geovanny Villalobos, del canal 11.
Como parte del operativo las autoridades detuvieron a 14 personas, incluidos siete muchachos que estaban platicando en la acera del mercado Los Dolores. A ellos los llevaron primeramente a los bajos del Congreso Nacional, luego, a la posta del Barrio El Manchén y después al Core 7 de donde los trasladaron a Belén.
Los policías se negaban a informarles a los defensores de los derechos humanos del lugar adónde conducían a los detenidos. Como parte de la intimidación e irrespeto, miembros de la policía también hicieron fotografías de los defensores.