Los estudiantes vienen exigiendo desde el año pasado una infraestructura adecuada y mejoramiento de los talleres de diferentes oficios en el instituto, pero las autoridades hacen oídos sordos y mantienen una escuela de represión donde campean los empujones, jaloneadas, revisiones indebidas, los echan de la institución, les hacen audiencias individuales sin presencia de sus padres, entre otras.

Esta situación que se vive tras las paredes de este colegio no ha sido abordada por ninguna de las instituciones estatales que deberían proteger los derechos de los jóvenes. El derecho a la protesta es criminalizado y el diálogo para escuchar las demandas se cerró sin contemplaciones.

Nelson Cálix otrora dirigente magisterial, acérrimo de las violaciones a los derechos humanos por parte del Estado en ese entonces, en su estancia como director de esta institución se le olvidó lo que aprendió sobre la defensa de los derechos fundamentales.

Descalificación y amenazas

Cálix descalifica constantemente a las organizaciones de derechos humanos, el año pasado la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos, ASOPODEHU, visitó las instalaciones del ITH para hablar con el funcionario sobre una matrícula condicionada a una alumna a quien acusaba de liderar las protestas.

La ASOPODEHU le solicitó una supuesta acta donde detallaba los puntos del por qué la matrícula condicionada , la cual según esta organización debía respetar derechos fundamentales de los jóvenes y apegarse a la Convención de los Derechos del Niño y la Niña, pero nunca fue entregada el acta. Afortunadamente la joven fue matriculada este año sin condicionarle su estadía en la institución.

Empujones y jaloneos

De acuerdo a la denuncia de jóvenes en la ASOPODEHU, Cálix ha abusado de su autoridad al extremo de dar empujones y jalonear a uno de los muchachos que son menores de edad para echarlo a la calle, sin notificar a sus padres y colocándole en gran vulnerabilidad y peligro a su vida.

Asimismo al joven lo amenazó con colocarlo en una lista negra, enviando notas a todos los colegios para que no lo acepten, argumentando bajo rendimiento académico, “lléveselo de aquí señor",  le dijo a uno de sus padres, "no lo estoy expulsando pero no puede seguir en el colegio”.

También el Director del Instituto Técnico Honduras, ITH, mantiene una descalificación permanente a los liderazgos estudiantiles, “ustedes ni siquiera tienen un movimiento”.

De forma violenta en esta semana el profesor Nelson Cálix procedió a registrarle la mochila a un joven menor de edad aduciendo que podría registrarle muchas veces porque él era menor, y no tenía derecho ni a hablar por tener esa edad. “Sos menor de edad, tengo la posibilidad de revisarte la mochila porque podes andar armas y bombas molotov, te puedo revisar 780 veces si quiero”.

“Sos menor de edad y te tenés que callar, voy a hablar con tu padre, tengo la potestad de enviar una nota a todos los colegios para que no lo acepten. Le pido que me lo retire porque le está haciendo daño a otros estudiantes, no lo estamos expulsando, pero le voy a pedir que me lo retire”, le dijo airadamente a un padre de familia.

Convenios internacionales violentados

Este solo es uno de los muchos casos de estudiantes en el Instituto Técnico Honduras, hay muchos más que tienen que pasar vejámenes solo por el hecho de reclamar derechos en ese colegio. Estas actuaciones de Cálix estarían violentando derechos fundamentales de los alumnos contemplados en tratados y convenios internacionales de protección a esta población.

El Artículo 18 de la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes, referente a la libertad de expresión, reunión y asociación señala que “Los jóvenes tienen derecho a la libertad de opinión, expresión, reunión e información, a disponer de foros juveniles y a crear organizaciones y asociaciones donde se analicen sus problemas y puedan presentar propuestas de iniciativas políticas ante las instancias públicas encargadas de atender asuntos relativos a la juventud, sin ningún tipo de interferencia o limitación”.

En ese mismo sentido la Convención de los Derechos del Niño en su artículo 15 señala que tiene derecho a la libertad de expresión y de opinión sin restricciones”.

La Fiscalía de la Niñez del Ministerio Público debería iniciar una investigación de oficio sobre este problema, pero el Estado a través de los cuerpos de seguridad solo se asoma a esa institución a tirar bombas lacrimógenas.

En el marco de las protestas estudiantiles del año pasado, el 30 de agosto  los jóvenes  Mario Enrique Suárez Gómez y Gerson Daniel Meza Medina, fueron raptados por supuestos agentes del la Agencia Técnica de Investigación Criminal, ATIC, y posteriormente aparecieron asesinados con las manos maniatadas hacia atrás. Ambos eran estudiantes del Instituto Técnico Honduras. Hasta la fecha el crimen está en la impunidad