En la primera línea de respuesta están las enfermeras y doctoras frente a situaciones que se presentan en distintas áreas de la salud y en diversos contextos en lo que se refiere a este sector, agrega esta organización internacional.

Cuando los hogares están bajo tensión, la violencia doméstica generalmente aumenta, como también la explotación sexual. El virus del COVID-19 probablemente esté pulsando tendencias similares en este momento, según ONU Mujeres.

Agregó que en América Latina las mujeres constituyen el 74 por ciento de las personas empleadas en el sector sanitario y social. La brecha salarial en estos sectores es del 28 por ciento, por esta razón piden a los gobiernos se avance en la igualdad de salarios y se prioricen los servicios públicos básicos como la salud y la universalización en cuanto a las atenciones médicas sin discriminación, como lo ha mencionado las Naciones Unidas.

Asimismo, este organismo Internacional ha pedido en este día Internacional de la Salud, se incorpore a la toma de decisiones a las mujeres y se les otorguen equipos de protección en los hospitales para evitar los contagios del virus.

ONU Mujeres realizó varias recomendaciones, en las cuales colocan las necesidades y el liderazgo de las mujeres en el centro de las respuestas más efectivas contra el COVID-19, entre éstas.

• Asegurar la disponibilidad de datos desagregados por sexo, incluidas las tasas diferenciadas de infección, impactos económicos y la carga de cuidado diferenciados e incidencia de violencias doméstica y sexual;
• Incluir la dimensión de género y a especialistas en género en los planes de respuesta y los recursos presupuestarios para generar conocimientos en materia de género en los equipos de respuesta;
• Brindar apoyo prioritario a las mujeres en la primera línea de respuesta, por ejemplo, mejorando el acceso a los equipos de protección personal que atiendan las necesidades de las mujeres y proporcionando productos de higiene menstrual para trabajadoras y cuidadoras, y acordando horarios de trabajo más flexibles para aquellas mujeres a cargo de tareas de cuidado;
• Garantizar la igualdad para las mujeres en la toma de decisiones en torno a la planificación de la respuesta y los efectos a largo plazo;
• Garantizar que los mensajes de salud pública lleguen a las mujeres de manera adecuada, incluidas aquellas personas más marginadas;
• Desarrollar estrategias de mitigación que se centren en los efectos económicos del brote en las mujeres y generen resiliencia en ellas;
• Proteger los servicios básicos de salud para las mujeres y las niñas, incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva; y
• Priorizar los servicios de prevención y respuesta ante la violencia de género en las comunidades afectadas por el COVID-19.

El COVID y la situación de las mujeres en Honduras

La población en Honduras es de 9 millones 270 mil 864 personas, de los cuales cuatro millones 735 mil 920 son mujeres, que representa el 51. 7 por ciento de la población en el país. El 22.6 por ciento del género femenino labora en el sector público, sin especificar en qué área, según los datos recopilados del Instituto Nacional de Estadísticas, INE.

No obstante, diversos colectivos en defensa de los derechos de las mujeres, frente a la emergencia sanitaria se han pronunciado para que el Estado de Honduras garantice la protección de la vida y seguridad de las mujeres y niñas ante la situación que se atraviesa.

Sin embargo, las instituciones para dar socorro en casos de emergencia, no están priorizando acontecimientos de violencia en contra de mujeres frente a la crisis, Según lo han expuesto defensoras de varios puntos del país, en entrevistas pasadas a este medio digital, como también lo ha demandado las Naciones Unidas a los Estados.