La pandemia por Covid19 unificó el discurso de los gobiernos de “nadie estaba preparado para enfrentar esta situación, pero el virus vino a dejar aún más evidente la injusta repartición de la riqueza en el mundo, es por eso que los periodistas debemos ser reflexivos ante la saturación de la información y hay que cuestionar el sistema”, dijo el periodista uruguayo Gabriel Mazzarovich, ante más de 30 periodistas de la región,  en el Ciclo de Actualización Periodística de este año, CAP-2020.

Los Ciclos de Actualización para Periodistas (CAP) son una iniciativa que busca contribuir con la formación profesional de las y los periodistas. Su objetivo principal es coadyuvar al ejercicio del periodismo independiente. Este año 2020, la iniciativa CAP está realizando un proceso de formación para periodistas de Guatemala, El Salvador y Honduras sobre Cobertura Periodística en tiempos de crisis: emergencias sanitarias y cambio climático, en la que participan 31 periodistas de 30 medios de comunicación de los países del norte de Centroamérica.

Tiempos de pausas

Para él no es algo que no se esperaba sino que tiene que ver con la depredación ecológica , con virus que estuvieron millones de años en animales y lo que se hace más fácil es echarle la culpa a laboratorios militares como génesis de esta pandemia.

“Los líderes mundiales han dicho que esto nadie lo podía prever que iba a pasar, eso es una gran mentira”, reiteró.

En tiempos de crisis hay que tener pausas de reflexión , tenemos que asumir que informar sobre covid19 no se reduce a un reloj actualizado sobre la cantidad de muertos , infectados y recuperados en el mundo, ni a sacar lo de las cadenas nacionales de los gobiernos expresó al criticar la función periodística que se deja caer en tales trampas.

Lo que se debe cuestionar es la desigualdad y la agudización de la pobreza. En la actualidad según la UNESCO unos mil 800 millones de niños se han quedado fuera del sistema educativo.

También habló de la fuga de capitales en la región , “59 mil millones de dólares han huido del continente y aumenta el fujo de remesas de los migrantes a pesar de la crisis”.

Mazzarovich cuestionó el papel que han jugado organismos donde se delibera sobre el destino del mundo como el G20, , la OTAN, el G7, qué aportaron?, absolutamente nada porque ha tenido una permanente erosión, se respondió.

Destacó que la organización desigual de la sociedad ha hecho que en la pandemia sufran más los pobres, existiendo el uno por ciento de los ricos que tienen más plata que cuatro mil millones de personas, “vamos hacia el desbarranco, las pandemias avisarán pero el cambio climático no”

A su entender el autoritarismo y la desigualdad ya estaban , “ se decía que el virus iba a ser un agente purificador , redentor de la humanidad , que todos nos íbamos a dar cuenta de la solidaridad entre las personas, pero el individualismo sigue allí”.

Recesión

En relación a la recesión que ha sido anunciada señaló que entre 170 a 180 países de 190 van a terminar el año en recesión económica o ya lo están, y esto plantea el desafío de destrucción económica más grande que la depresión de 1929 y que la crisis financiera de 2008.

Cuestionó que unas cuatro mil millones de personas fueron encerradas simultáneamente y se colocaron aplicaciones para vigilar las 24 horas del día cada uno de sus movimientos.

También no se le escapó señalar que se mezcló con el virus la situación política del mundo, y que incluso se aseguró que a través de una vacuna se puede transmitir el comunismo. En Honduras un diputado nacionalista lo dijo sin empacho en respuesta a las críticas de diversos sectores de que el gobierno rechazó la vacuna que Rusia estaba ofreciendo a los gobiernos de la región.

Consejo Nacional de Inteligencia de EUA habría anunciado la pandemia

Para reforzar su tesis se respaldó en aspectos documentales entre ellos que en un informe que el Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos dijo que ante de 2038 habría una pandemia y el Pentágono señaló en enero de 2017 en un informe que la amenaza más probable para los estadounidense era el virus y que se carecía de mascarillas y hospitales para hacerle frente.

Cuestionó que a pesar de que ya se habían producido otras pandemias entre los años de 2002 y 2016 , y que se iniciaron las investigaciones para las vacunas, las mismas se pararon porque se terminaron esas pandemias y ya no era un negocio tenerlas.

El discurso en Honduras

Lo aseverado por Mazzarovich se escucha todos los días en Honduras, en esta semana el presidente Juan Orlando Hernández lo repitió y lo viene machacando todos los días , “Nadie estaba preparado para enfrentar semejante situación, pero como dicen, ‘al mal tiempo, buena cara’; esta crisis representa una oportunidad para cambiar, esta sacudida que Dios le está dando al mundo aprovechémosla y aprendamos el mensaje, tenemos que cambiar, ser más solidario, más entregado, con más fuerza”.

Pero del dicho al hecho hay mucho trecho, en la administración Hernández la solidaridad está enterrada. El virus avanza sin tregua y ataca a los más débiles que son aquellos que no tiene acceso a nada.

El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras, FOSDEH, en uno de sus informes señaló que la pandemia “dejará extraordinariamente frágil al sector externo del país y; además, con deuda pública y privada superior al 100% del PIB dejará, desafortunadamente, al país en estado de calamidad”. 

Mientras el Consejo Nacional Antincorrupción, CNA, ha exigido requerimientos fiscales para funcionarios públicos por el mal manejo de los fondos públicos que debieron mitigar los efectos del virus en Honduras. Los recuentos de esta institución suman unos 800 millones de lempiras que fueron sobrevalorados en las compras efectuadas,

A la par de ese panorama de corrupción ingresaron entre 250 a 300 mil nuevos desempleados . Más de 276 empresas se han acogido al decreto 33-2020 que contiene la Ley de Auxilio al Sector Productivo y a los trabajadores por efecto de Covid19. Los grandes perdedores han sido los empleados que han sido suspendidos sin llevarse ni un cinco en la bolsa. Las empresas en su mayoría se aprovecharon de la coyuntura para violentar derechos laborales y deshacerse de compromisos hasta por más de 20 años que tenían con algunos de sus trabajadores.