A Velásquez las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), encabezadas por la rectora Julieta Castellanos, lo acusaron por el delito de Usurpación en perjuicio de la institución educativa, la cual fue objeto de una serie de acciones de protesta por diferentes sectores estudiantiles reclamando democratización en los espacios de gobierno universitario.

En la  audiencia que duró aproximadamente dos horas y media, ambas partes, la acusadora y la defensa,  expusieron sus consideraciones y conclusiones ante la  Jueza Suyapa Matute, quien  reprogramó la audiencia donde decidirá qué pasará con el caso, hasta el próximo lunes.

La audiencia anterior fue trasladada para este 25 de agosto porque la defensa de Velásquez, la abogada Kenia Oliva, en representación de la Iniciativa Periodismo y Democracia, solicitó una inspección al expediente de los otros tres estudiantes, Cesario Padilla, Moisés Cáceres y Sergio Ulloa,  con el objetivo de constatar la declaración del testigo Roger Aguilar, presentado en este caso también por la UNAH.

 “Pero aquí lo más grave es que el Ministerio Público asegura que Josué Armando logró incidir en los demás estudiantes para realizar la toma del edificio administrativo, cuando ni los testigos ni la prueba documental pueden acreditar que él haya sido quien realizó estas acciones” destacó lla abogada Kenia Oliva.

Un informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH),  de donde se  apersonaron funcionarios de ese ente  al edificio que permanecía tomado, destacó que  los empleados estaban en sus puestos de trabajo por órdenes de sus jefes inmediatos.

La criminalización de la protesta estudiantil se muestra evidente cuando el Ministerio Público además argumentó, según Oliva, que el papel de Armando como líder estudiantil lo hace responsable del delito por el cual se le acusa.

El delito de Usurpación consiste en la apropiación (tenencia), de un bien para sus propios fines de usufructo (obtención de recursos), es decir, quitarle un bien inmueble a una persona y apropiarse del mismo, pormenorizó la abogada.

La profesional del derecho afirmó que al no existir ningún vínculo que acredite la presencia de Josué Armando en la toma del edificio y que los mismos testigos no logran reconocerlo, se espera que el próximo lunes se le dicte sobreseimiento definitivo. 

La palabra “del jefe” es ley

Como el viejo dicho popular, la declaración –por segunda vez- del Jefe de la Seguridad de la UNAH , Roger Aguilar parece tener un fuerte peso para responsabilizar tanto a Armando como al resto de líderes y lideresas estudiantiles como responsables del delito por el cual se les sigue la causa.

Al respecto, la abogada defensora del estudiante cuestionó que para la Fiscal de Ministerio Público “parece que sí tiene preponderancia su declaración y es curioso que Roger Aguilar siempre esté cuestionando el papel de la dirigencia estudiantil en la UNAH, haciendo señalamiento constantes en su contra”.

Uno de los argumentos por los cuales se tiene encausado a Velásquez es por el reconocimiento que supuestamente le hiciera el testigo, en este caso el Jefe de la seguridad, a través de la identificación de su voz entre los y las manifestantes quienes estaban con su rostro cubierto.

La pregunta sería ¿Cómo en una universidad donde transitan más de 50 mil personas durante el día, el señor Aguilar puede reconocer por la voz  de un solo estudiante? Un empleado de esa categoría que no tiene contacto directo con los y las estudiantes como puede asegurar esto?, se preguntó Oliva. “Sin embargo, como él sabe que esto no es creíble,él se justifica diciendo que al pasar los hechos él logra ver a Josué Armando sin la capucha y es aquí donde nosotros acreditamos que el joven no se encontraba en los predios universitarios” dijo la defensora.

“Espero que la verdad salga a la luz”

En cinco años de ser estudiante universitario y pertenecer por igual tiempo al Movimiento Amplio Universitario en Ciudad Universitaria (MAU- CU), Armando Velásquez no esperó nunca ser puesto a un paso de la cárcel por disentir con las acciones de las actuales autoridades de la máxima casa de estudios.

A pesar de este panorama, en su rostro siempre coloca una sonrisa que refleja el optimismo de que todo se resuelva a su favor. “Espero que todo salga a la luz, yo no he cometido ningún delito, la defensa por una universidad pública, laica y de apertura para los y las jóvenes no es un delito, en teoría, en nuestro país”, manifestó.

Terminada la audiencia de este martes, él se encontró con su padre quien detenidamente escuchaba el relato de su hijo. Luego de que sus miradas se separasen para dirigirse hacia la UNAH, Velásquez, quien cursa la carrera de Matemáticas, reiteró que “no podrán callar la voz de las y los estudiantes.

“Se ha perdido el miedo y esto solo es la antesala de que si la justicia se pronuncia a nuestro favor, las autoridades lo tendrán que pensar para llevar a una instancia penal a un joven que tiene la capacidad de debatir y exponer sus ideas”.

Mientras Armando Velásquez espera el veredicto de quien imparte justicia,  12 estudiantes de la Universidad Nacional en el Valle de Sula, UNAH-VS,  Tres en el el UNAHH-CURLP en Choluteca y cuatro recientemente en el CURLA de La Ceiba sus procesos han sido sobreseídos definitivamente. Sin embargo Moisés Cáceres, Sergio Ulloa y Cesario Padilla se encuentran con un auto de formal procesamiento en una ola de criminalización hacia el movimiento estudiantil. Aún no se sabe cuándo será su próxima audiencia.