La acción surge luego de que la empresa energética Desarrollo Energéticos, S.A, (DESA),  reiniciara los trabajos de construcción de la represa en la comunidad hace 15 días, indicó Francisco Sánchez, Presidente del consejo indígena en este sector. El plantón inició el pasado 13 de octubre, pero hasta este momento se determinó el carácter indefinido del mismo.

Al lugar se desplazó un fuerte contingente de militares y miembros del escuadrón TIGRES, los cuales mantienen un clima de hostigamiento contra los pobladores y pobladoras en defensa de su territorio, al punto de realizar barreras que impiden el desplazamiento en los alrededores y disparos en horas de la noche para intimidar a la comunidad.

“Con el espíritu de lucha de nuestros ancestros y con la fuerza de la madre naturaleza, como población Lenca, estamos firmes en este lugar, recordando que llevamos más de tres años montando vigilancia en la ruta que llega hasta aquí (río Gualcarque), para impedir la instalación del proyecto hidroeléctrico”, aseguró Sánchez.

El líder indígena dijo que los y las integrantes de la comunidad hacen turnos de un día completo con relevos, en los cuales resguardan un promedio de 100 personas, especialmente en horas de la noche, en donde se encuentran más vulnerables.

Este proyecto hidroeléctrico comenzó a ejecutarse desde el año 2006, que fue cuando los y las habitantes observaron la presencia de maquinaria pesada y el inicio de trabajos de inspección sin que las autoridades gubernamentales informaran a la comunidad al respecto.

Con el apoyo del COPINH, los y las habitantes de la comunidad iniciaron una campaña contra la pretensión de la construcción de la represa y en defensa del río, iniciando con los procesos de asambleas locales informativas y deliberativas, para que se decidieran las líneas de acción a seguir posteriormente.

Una de las acciones contundente contra DESA y su proyecto hidroeléctrico fue un bloqueo de carretera organizado por los y las habitantes junto al COPINH en abril del año 2013 para impedirles a los constructores el acceso a la construcción.

El impacto a nivel internacional que generó la resistencia del pueblo indígena a la construcción de la represa se vio reflejado cuando a finales del año 2013 la multinacional SYNOHIDRO, con sede en la República Popular China, finalizara su contrato con DESA argumentando que esa resistencia sumada a la indignación generada por el asesinato de un líder de la comunidad, lo que generó un cese en las construcciones, que han sido retomadas en los últimos días.

Amenazas a muerte comienzan a manifestarse

Los hostigamientos por militares y guardias privados contratados por la empresa DESA, que también ha causado este tipo de actos contra la comunidad indígena de Río Blanco a lo largo de este plantón no se han hecho esperar, se informó en el sitio Web del COPINH.

La noche del pasado jueves 15 de octubre, sin importar que los y las indígenas de la comunidad realizaran el plantón, trabajadores de DESA arrojaron grandes piedras hacia la zona de debajo de la construcción, que es el lugar donde se realiza el plantón.

Además de estas situaciones, se han dado amenazas a muerte contra la dirigencia indígena según Tomas Gómez Membreño, Sub coordinador del COPINH: “A unos les han dicho que los van a asesinar y otros que los van a desaparecer”, denunció.

La defensa del Rio Gualcarque contra este proyecto de represa ha cobrado la vida de líderes indígenas como el caso de Tomás García, quien fue asesinado por el ejército hondureño el 15 de julio de 2013 mientras participaba en un plantón convocado frente a las oficinas del proyecto hidroeléctrico.

De igual forma, Allan García Domínguez, hijo de Tomas, resultó con heridas de bala en la represión en la que fue asesinado su padre, y se mantuvo en estado crítico en el hospital de la ciudad de San Pedro Sula.

Criminalización a la lucha

El asesinato de líderes indígenas ha sido acompañado con la criminalización hacia las figuras de renombre que defienden las luchas en contra de la instalación de hidroeléctricas y explotación minera en sus territorios.

Tal es el caso del proceso judicial que enfrenta la Coordinadora del COPINH, Bertha Cáceres, acusada en el año 2013 de portación ilegal de armas pero cuyo trasfondo es por su papel de lideresa y referente de la lucha en defensa de la tierra.

Cáceres fue detenida en un retén militar en compañía de Tomás Gómez Membreño en mayo de 2013. Su causa fue sobreseída temporalmente por los tribunales .

Recientemente, en el mes de abril de este año, Bertha Cáceres fue receptora del premio mundial Goldman del medio ambiente junto con otras cinco líderes lideresas mundiales.

Gómez Membreño sostuvo que “La criminalización de la protesta indígena, la persecución de muchos modos, la estigmatización de sus líderes en los medios de comunicación, intentando desprestigiarlos y presentarlos al mismo tiempo como violentos, corruptos e inflexibles, son parte de una operación de manual contra las comunidades y contra el COPINH quienes hemos sostenido con firmeza la defensa de nuestros territorios, de los bienes comunes, de nuestra identidad y dignidad”.