El pasado martes 14 de agosto Igor Garafulic, representante de la ONU en Honduras y quien está a cargo del diálogo, anunció en conferencia de prensa que daba por fracasado el mismo debido a la desconfianza entre los actores participantes, pero el siguiente día aseguró que se hab+ia superado el impase y que se continuaba dialogando.
La oposición política es del criterio que hay un vacío en el mismo pues no se ha tomado en cuenta a actores importantes como las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos en el contexto de las elecciones del 27 de noviembre de 2017, los familiares de los asesinados y a organizaciones de sociedad civil.
“Para nosotras las mujeres no fue difícil percibirlo ya que contamos con un criterio mucho más amplio y más abarcador que el de los políticos tradicionales. No puede dar frutos un modelo de diálogo cerrado y que en su agenda los únicos puntos a tocar se circunscriben a sus propios intereses partidarios.
La activista resaltó que como movimiento organizado ven con mucha preocupación el hecho que ante esta crisis política no exista un liderazgo capaz de acercar a las partes y encontrar un camino hacia la paz social.
“Los políticos gobernantes responden a una mafia política cuyo único objetivo es proteger sus intereses económicos en detrimento del interés de la mayoría, lo que ha provocado que nos encontremos en una debacle en materia de justicia social, por lo tanto no albergábamos ninguna esperanza de cara a este diálogo. Ellos (los gobernantes) saben que el pueblo está sufriendo una crisis económica terrible pero su indiferencia solo privilegia sus ambiciones”, apuntó.
A la consulta; ¿Quién es el llamado a liderar la solución de este conflicto?, la activista argumentó que por un lado uno de los protagonistas, Juan Orlando Hernández, está ahí debido a un proceso ilegal y abusando de su condición ejerce control sobre todos los poderes del Estado y en la mayoría de los medios de comunicación tradicionales los cuales actúan en su beneficio, “divulgando mentiras y ocultando verdades”.
Alvarado expresó que el otro protagonista, Salvador Nasrralla, no cuenta con la suficiente madurez política para desenvolverse en este tipo de negociaciones y su inestabilidad emocional no le permite ser ese líder llamado a brindar luces al conflicto.
“Cada uno de ellos quieren hacer su propio juego, y lo último que están pensando es beneficiar al país. El gobierno no permite alternativas, tiene controlado a todos los sectores, somete a la oposición, la vía democrática a través de elecciones libres tampoco fue suficiente y entonces qué maniobra tendremos que hacer para encontrar un espacio?, la siniestra estrategia estatal es el cinismo, el desgaste, mantener un discurso para afuera y otro para adentro”, argumentó.
Para la entrevistada para el gobierno la problemática de las mujeres no significa absolutamente nada, la violencia no ha sido penada mucho menos investigada y esto no es causal para que muchas familias estén sufriendo desplazamientos forzados por parte de organizaciones delictivas, todo a vista y paciencia de las autoridades asegurando que Honduras es un modelo internacional de seguridad ciudadana.