Para el corresponsal sueco Dick Emanuelson, radicado en el país hace muchos años, Honduras es una pequeña Colombia, solo que sin guerrillas, pero con todos los demás modelos copiados al carbón, los económicos que no suponen un refugio social para los ciudadanos, el extractivista y el de los aparatos de seguridad del estado.

Expresó que la represión y la persecución no le son extrañas, en 2009 fue señalado como instigador, “me señalaban como ñangara por narrar y difundir los hechos tal cual fueron en la crisis generada por el golpe de Estado del 2009, además víctima de amenazas y persecución”, su estilo de interpretar la convulsión de aquel momento molestaba a quienes financiaron y ejecutaron el golpe.

Emanuelson señaló que el discurso mediático de los medios corporativos gira en torno a una Honduras alegre, colorida y feliz, “este es un país hermoso lleno de gente preciosa y noble, pero cuando lo ves más de cerca te enteras que lo que dicen los medios no corresponde a la realidad, pero más que todo en el aspecto social y nos preguntamos por qué, quién se beneficia intentando desviar la realidad.

Este análisis de la situación hondureña y colombiana hecho por Emanuelson, lo respalda la experiencia de haber vivido y conocido por mucho tiempo ambos países, en Colombia su cultura, sociedad, sus políticos y toda su geografía. Se encontró cara a cara con los líderes de las guerrillas en la selva colombiana. No quería que nadie se lo contara. Tal cual lo vio, así lo informó y eso le costó la persecución y la virtual expulsión de aquel país en el gobierno del expresidente Álvaro Uribe.

El ángulo Periodístico de la crisis

Por su parte Mauricio Rivera, periodista de UneTV y quien por declararse abiertamente opositor al Gobierno de Juan Orlando Hernandez ha sido blanco de persecución, amenazas y ataques en redes sociales, fue consultado mientras cubría la represión a la movilización ciudadana contra el fraude electoral de 2017 y señaló cuál es la postura que debe adoptar el periodismo ante ésta crisis gubernamental.

Entre sus consideraciones expresa que la objetividad no existe porque si así fuera no sería objetivo de un Gobierno que es corrupto y que pisotea y humilla a sus ciudadanos.

“Nuestras posturas como periodistas nunca estarán erradas si nos identificamos con el pueblo, yo me considero parte del pueblo y si por eso pierdo mi objetividad pues bienvenido, pero pienso que no podemos ser tan indolentes ante tanta perversidad de este gobierno al cual el mismo presidente de los Estados Unidos tildó de ladrón cuando les dijo que todas las ayudas que ellos mandaban, aquí se las robaban”.

Agregó que se deben buscar las herramientas para trazar el camino hacia una verdadera libertad de expresión y solo se puede hacer denunciando, señalando y luchando, “tenemos que procurar nuestra independencia de criterio, primero en los medios y de ser necesario en la calle, solo así alcanzaremos autonomía periodística”.

Al consultarle si cree que el gobierno lo asimila a él por sus señalamientos como enemigo público, aseguró no saber si eso es así, pero que está dispuesto a asumir el riesgo, “hemos sido blanco de descalificaciones, campañas de desprestigio, amenazas, ataques con armas y esto ha sido parte del panorama para nosotros, no vamos a retroceder hasta ver caer al dictador, hoy la coyuntura se presenta y el pueblo debe levantar la mano”.

Pasosdeanimalgrande.com le consultó si siente temor de ser periodista opositor al régimen de Juan Orlando Hernández y dijo que “le contesto con la frase del dictador, como quieran quiero y como se pongan puedo”, en alusión que no tiene miedo de seguir con su estilo a pesar del peligro que represente dice prefiere morir en la lucha que heredar un país calamitoso a sus hijos.

Desde la oposición

Jorge Cálix actual Diputado por el Partido Refundación y Libertad (LIBRE) y una de las caras más visibles de este partido en medios de comunicación, denunció que la agenda mediática esta maniatada por intereses que responden al dinero.

Aseguró que no es culpa de los periodistas, “ es más bien de los ejecutivos y directores de medios, con ellos hay compromisos desde arriba para dictar la agenda del día, fraguando así la censura”.

Como ejemplo citó que “hoy el sentido común nos indica que el tema central en los medios debía ser la captura del hermano del Presidente y la vinculación que podría representar para el titular del Ejecutivo que su familiar tenga nexos con el narcotráfico”, pero lamentó que monitoreando todos los medios estos discurrían en saber si era justo que los pastores se postularan a cargos de elección popular.