Con la interrogante “Si vivimos en dictadura ¿Cómo ejercemos la ciudadanía para la reconstrucción democrática?”, este foro a través de un panel con cuatro invitados desarrollará los temas: El Estado de la institucionalidad democrática en Honduras desde la perspectiva de organismos internacionales a cargo del abogado Joaquín A. Mejía Rivera (ERIC-SJ); el impacto de la debilidad de la institucionalidad democrática en los derechos de las mujeres, por Nelly Moreno-Parada (JASS); el impacto de la debilidad de la institucionalidad democrática en los pueblos indígenas, desarrollado por Betty Vásquez , (MILPHA) y la estructura normativa e institucional autoritaria y el uso de la justicia constitucional, por Edy Tábora (C-LIBRE).
El análisis de la Coalición contra la Impunidad es que “La crisis democrática no puede comprenderse sin la continuidad de la crisis política generada con el golpe de Estado y que se mantiene intacta, y el pecado original que representa la reelección presidencial y el continuismo de Juan Orlando Hernández con el apoyo político de Estados Unidos y el uso de la fuerza militar y policial. De esta manera, la democracia representativa ha quedado en cuidados intensivos y la institucionalidad altamente cuestionada y debilitada”.
Destaca que el fraude electoral, la violación del principio de separación de poderes, la concentración de poder en el ejecutivo, la violencia policial y militar, y la actuación de las instituciones obligadas a defender la democracia y los derechos humanos, han dejado al desnudo las redes de poder legales e ilegales que como una telaraña cubren a las instituciones y extienden el clientelismo, promueven y consienten la corrupción, patrimonializan el poder, empobrecen a grandes segmentos de la población y alteran la esencia y fin del Estado que no es otro más que garantizar la dignidad humana y asegurar el bienestar a sus habitantes el goce de la justicia, la libertad, la cultura y el bienestar económico y social, como ordena el artículo 1 constitucional.