La mayoría de países en Latina tienen relaciones estratégicas con los Estados Unidos, sin embargo a través de la historia durante el siglo XX y XXI se ha profundizado el poder hegemónico de esa nación del Norte , lo que impacta en las decisiones comerciales y militares.
El apoyo de los Estado Unidos al Golpe de Estado en Bolivia este 10 de noviembre del 2019, ha levantado la polémica en América Latina. La derecha aprobando y los movimientos sociales han dejado ver su inconformidad en el proceso de intromisión en un país que se contempla con una posición de izquierda y anti-imperialista.
Patrones de represión
La similitud entre los patrones de ataques hacia la población que se manifiestan en los golpes de Estado auspiciados por los Estados Unidos es tal que se llevan a cabo agresiones físicas, torturas, heridas de balas, golpes con toletes, golpes con bombas lacrimógenas y asfixia respiratoria, heridas por piedras y balas de goma, en las situaciones más graves abuso sexual y asesinato.
La impunidad sobre estas graves violaciones a los derechos humanos, también es tan similar, y o es extraño debido a que los cuerpos represivos han sido entrenados por los Estados Unidos en lo que antes se llamaba la Escuela de Las Américas y ahora Instituto para el Hemisferio Occidental.
Allí aprenden a entrenarse en guerra sicológica, torturas, desapariciones forzadas, seguimientos, vigilancia y otras formas represivas para entorpecer los avances de los movimientos sociales en el hemisferio.
En el 2009 quedó demostrado que el país del norte apoyó el golpe de Estado para sacar a fuerza de balazos al presidente Manuel Zelaya Rosales. En ese contexto hubo una escalada represiva sin precedentes en Honduras.
Los viejos alumnos de la Escuela de Las Américas e integrantes en los 80 del Escuadrón de la Muerte 3-16, salieron a la luz pública, como Jackeline Flogia; Billy Joya Améndola, y otros que jugaron un papel protagónico en la guerra sucia.
En Bolivia el nivel de violencia generado por paramilitares, grupos de choque y los cuerpos represivos del Estado junto con la oligarquía boliviana que estaba desesperada por los cambios estructurales impulsados por Evo Morales, sacaron por la fuerza del poder al presidente.
En Honduras a raíz de las protestas que duraron desde las elecciones del 26 de noviembre del 2017, hasta inicios del 2018, se reportaron al menos 15 muertos y más de 80 heridos. En Bolivia en los 22 días de protestas ha habido tres muertes y más de 340 heridos, además de persecución al presidente Morales, persecución contra su familia y los miembros de su gobierno.
En Honduras las agresiones cometidas por las fuerzas armadas y policía nacional no han tenido ningún tipo de responsabilidad ya que el sistema de justicia tiene una tendencia a protegerlos.
En cambio, cuando el policía ha sido identificado con nombre y apellido suelen desvincular el delito para que recaiga sobre el individuo y no de la institución como tal, eso se visualizó en un proceso de defensores de derechos humanos.
Otro de los ataques parecidos al golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya Rosales en Honduras, es el desmantelamiento de los medios de comunicación hasta donde llegan las botas militares a imponer censura para que no se siga informando sobre la verdadera situación, así ha ocurrido en Bolivia que desde el 09 de noviembre, los estudios de Bolivia TV, que es un medio público, fueron ocupados por grupos afines al golpismo.
Más golpes orquestados por Washington
La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, fue acusada de fraude y privada de sus funciones por 180 días, impulsado por el presidente de la cámara de diputados Jair Bolsonaro, donde se estableció un gobierno de facto en el cual ella no podría volver a concluir su periodo presidencial, antes de ello el gobierno de los Estados Unidos estaba apoyando la situación del país con la militarización y la reforma judicial a cargo de James Mattis, quién mantenía una cercanía con Bolsonaro, como presidente de la cámara y militar retirado.