Fue detenido el 31 de mayo de 2019 y enviado ilegalmente a la cárcel de máxima seguridad denominada La Tolva, desde junio de este año, a pesar que un juez ordenó su reclusión en la Penitenciaría Nacional.
Debido a la presión a que ha sido sometido, se encuentra con problemas sicológicos en el Hospital siquiátrico Mario Mendoza, de Tegucigalpa.
Esperan rectificación
Después de varios intentos fallidos de acciones penales que rectifiquen una serie de irregularidades en el juicio, la defensa y los familiares esperan que Herrera Portillo pueda defenderse en libertad. La audiencia será a las 9 am de este miércoles 19 de diciembre, en los Juzgados de lo Penal del Barrio La Granja, en Comayaguela.
La madre del muchacho denunció que su hijo fue llevado a La Tolva contradiciendo la orden del juez por órdenes del subdirector del Instituto Nacional Penitenciario, sin avisarle a sus abogados ni a la familia, por lo que fue registrado como desaparecido temporal.
Durante el traslado los custodios lo amenazaron diciéndole que se alistara porque sería abusado sexualmente.
Desde la toma del poder a través de un fraude electoral por el presidente Juan Orlando Hernández, se han usado dos cárceles de máxima seguridad que estaban destinadas para encarcelar a imputados por crimen organizado y narcotráfico, para encerrar a la disidencia política y a defensores de derechos humanos.
Siete defensores del medio ambiente de la comunidad de Guapinol, corrieron la misma suerte que Rommel Baldemar, al permanecer varios meses en la Tolva, violentando también la orden de una jueza de que permanecieran en una cárcel común, después de muchos intentos la defensa logró trasladarlos a una cárcel cercana a su comunidad.
Diversos sectores han denunciado que Hernández usa el derecho penal como punta de lanza para disuadir la protesta contra su gobierno.