Su tesis la basa en que los uniformados de verde olivo van apoderándose desde el golpe de Estado de 2009 de áreas sensibles como son los bosques; del agro; de lugares de detención relevantes, incluso de centros de menores, lo cual debe estar bajo el mando de la policía nacional.
Pero a su criterio se trata de una estrategia de Estados Unidos que ha sido desplazado en el medio oriente por Rusia y China, y ahora quiere apoderarse del litio, del gas natural, el petróleo, el agua y la biodiversidad de América Latina, para lo cual el imperio norteamericano necesita de regímenes “confiables” y fuertes que impongan a los pueblos ese tipo de economías de saqueo.
Está desenmascarada la narcodictadura
A pesar de ese negro panorama, Andino es del criterio que “este 2019 nos deja algo positivo y es que la narco dictadura de JOH ha sido desenmascarada, no se puede decir que son especulaciones de la oposición los vínculos que tiene con el narcotráfico, ya está comprobado nacional e internacionalmente”
Agregó que eso hace que JOH esté en camino de quedar fuera del juego político en el país y que tenga pendiente un probable llamado a un juicio en las cortes de New York, tal como le ha pasado a su hermano Tony Hernández.
“Creo yo que está operando un cambio en la configuración del poder en Honduras a raíz de eso, es que los militares están acelerando el proceso de militarización de los diferentes aspectos de la sociedad hondureña, están haciendo una toma de posesión del Estado lentamente, lo que yo califico un golpe militar en cámara lenta”, dijo.
El golpe militar se concretará totalmente en el 2021
Para el entrevistado a partir el 2021 estará instaurado un régimen militar y no uno civil, “con el agravante que es un régimen que defiende a un grupo de poder vinculado al narcotráfico, me parece que es grave la situación y es el principal reto que tiene planteado el movimiento popular hondureño”.
Todos estos movimientos de ajedrez se hacen “con la connivencia del dueño de todas las élites de este país que es el gobierno norteamericano, vemos a los representantes del Comando Sur, del Departamento de Estado, el mismo Trump ha estado derritiéndose en alabanzas a este narco gobierno cuando sus mismos tribunales están desenmascarándolo como lo que es, entonces es una total incoherencia de parte del poder norteamericano y u misma política para este gobierno, por un lado lo condena y por el otro lo apoya”.
Señaló que no solo es un problema de Honduras sino que es una estrategia de los norteamericanos a nivel de Latinoamérica, lo que ha ocurrido en Bolivia es una expresión de eso, igual en Venezuela, porque los Estados Unidos están viniendo del medio oriente a tratar de saquear los recursos naturales de la región .
JOH es un paramilitar
Destacó que el presidente Juan Orlando Hernández por su condición de egresado del Liceo Militar del Norte “es como un paramilitar, no me extrañaría que promueva a alguien vinculado a las Fuerzas Armadas como candidato, o de los otros poderes del Estado, de modo que estén posicionados sin necesidad de que tengan que llevar los tanques a la casa presidencial”.
Pero según su análisis las Fuerzas Armadas pueden ir asumiendo el poder despacio y lentamente para que la población no se asuste, pero en el fondo está ocurriendo un golpe militar.
En este contexto expresó que “los defensores de derechos humanos somos una piedra en el zapato en este proceso, porque el objetivo que tienen de saquear los recursos y allí estamos nosotros los defensores, somos la razón de ser de las luchas de los pueblos de América Latina, pero nos están encarcelando, matando y persiguiendo para detenernos”.
Catalogó el caso del joven Rommel Baldemar Herrera Portillo, quien está acusado de incendio agravado contra la Embajada de los Estados Unidos, como un escarmiento que se quiere dar a quienes protestan para de esa manera intimidar a los demás, “es un mensaje político, a la vez es un arma de doble filo porque es un indicador que hay rasgos dictatoriales en un país y es contraproducente para ellos”, finalizó.