El gobierno de Juan Orlando Hernández tiene como punta de lanza el militarismo para detener cualquier protesta social y la crisis generada por este virus en Honduras no es la excepción. Lo grave de la siuación es que se salga de las manos y no solo se produzcan detenciones sino crímenes contra quienes protestan ante la falta de una respuesta.
Ricardo López, abogado del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos,(CONADEH), comentó que el Estado debe orientar la ayuda de alimentación a las personas más vulnerables, discapacitadas y adultos mayores que viven solas para evitar que se les perjudique el derecho de alimentación y por lo tanto a la vida.
También dijo que por ley a quienes incumplan el toque de queda se sanciona con la detención y el procesamiento si así se considerara conveniente, “en el caso de las personas de Comayagua solo estarían dos horas para hacerles conciencia de que no andén en la calle, se están haciendo las delegaciones de derechos humanos para darle seguimiento a los reportes, entendiendo la necesidad de la población para la adquisición de alimentos y de medicamentos ya que no todo el mundo cuenta con los recursos para pedirlos a domicilio”.
Durante el fin de semana la Policía Preventiva informó sobre más de 200 detenciones de personas a nivel nacional, que estaban circulando sin seguir la normativa y no presentaron supuestamente una excusa válida.
El domingo 22 de marzo el presidente Juan Orlando Hernández, informó de una semana más de aislamiento obligatorio como medida preventiva contra el Covid-19, sin embargo la necesidad de la población para trabajar y abastecerse de alimento no ha podido ser suplida con las bolsas solidarias que se entregan a familias de escasos recursos, y sobre lo cual se ha denunciado se revisan listados del censo para solo dárselas a activistas del Partido Nacional en el poder.
Por ello el 23 de marzo de 2020, a tempranas horas, vendedores del mercado del Zonal Belén instalaron sus tiendas de ventas pero fueron desalojados por la policía con uso excesivo de la fuerza , utilizando los gases lacrimógenos, según denunciaron algunos afectados y defensores de derechos humanos.
Los vendedores insistieron en la necesidad de vender sus productos que podrían arruinarse, así como ciudadanos expresaron a las autoridades que deben dar las medidas para abastecerse de alimentos, sin embargo solo se permiten los negocios que puedan regular el tránsito de personas.
Yavhé Sabillón, médico y diputado del Congreso Nacional por el Partido Libertad y Refundación, LIBRE, exigió a las autoridades que permitan a las personas movilizarse para recibir medicamentos del programa de ayuda de la Clínica La Caridad, en la ciudad de Comayagua, para hipertensos, alzheimer, Parkinson y epilépticos.
Según Sabillón se ayuda a un grupo reducido de pacientes previamente citados, que asisten a la consulta y reciben el medicamento, ya que son personas de escasos recursos quienes no pueden costearse un tratamiento.
El médico hizo el llamado a través de las redes ya que en esta misma ciudad se detuvieron aproximadamente 30 personas por salir de sus casas.
En la ciudad de Tegucigalpa defensores de derechos humanos y mujeres organizadas denunciaron la captura de seis hombres entre ellos tres menores, que se ha cercaron a la “Olla Comunitaria”, una ayuda de la Red de Mujeres Defensoras, para las personas que carecen de alimentos durante la cuarentena.
La Acción Ecuménica por Derechos Humanos,(AEDH), denunció que la Policía Nacional de Choluteca capturó a humildes vendedoras de tortillas y las encerraría entre 10 a 24 horas, sin respeto a sus derechos humanos, según lo publicaron en su página de facebook. Vea este video:
En redes sociales han circulado videos de las acciones que emprende la policía contra quienes se saltan el toque de queda, entre ellas colocarlos bajo el sol ardiente; ponerles a correr gritando la consigna “hay toque de que no voy a salir de casa”, como si se tratara de un entrenamiento militar; a otros les ordenan limpiar las postas policiales y a asear los baños de esos lugares.
Ante una ciudadanía estresada y miedosa por la pandemia del Covid-19 y con muchas carencias económicas porque no tienen dinero para suplir sus necesidades en la crisis, el autoritarismo de los cuerpos represivos ha sacado “lo mejor de sí”, mientras no hay comida, el hambre puede al miedo de ser encarcelado.