Estas redes, apoyadas por la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos, ASOPODEHU, se formaron desde el 2018 para la defensa de la libertad de expresión, el ejercicio del periodismo y el derecho a la información, con trabajadores de medios de comunicación.
Sus análisis del panorama de 2021 les hace ampliar una perspectiva de los acontecimientos que han afectado durante el 2020 el país, como la pandemia por Covid-19, el Huracán-ETA, y la epidemia por dengue, que agudizó la crisis económica, el desempleo, la pobreza, inseguridad y la corrupción.
Lorena Melghem, de la Comunidad de la Sierra por la Libertad de Expresión, con sede en Marcala, departamento de La Paz, recalcó que para el próximo año la situación seguirá igual o peor de complicada, sumándose a una recesión económica, ya que debido a la baja de las pautas publicitarias los dueños de los medios despidieron trabajadores e incluso a los que tenían mucho tiempo laborando, porque no podían sustentar sus salarios.
Melghem mencionó que la crisis mundial genera un fuerte impacto en la economía porque las remesas y la producción son un factor importante en Honduras, y el periodismo para sobrevivir debe reinventarse en el uso de tecnologías e incentivar a la población a ser más responsables en las formas de consumo cuidando del medio ambiente.
La periodista describe que es muy importante destacar la solidaridad de la población a los comunicadores, ya que ella y su esposo son de la tercera edad, que dejaron de laborar desde el principio y aun así junto a su hijo menor se contagiaron por Covid-19, lejos de ser discriminados y rechazados, las personas les brindaron ayuda con alimentos y otros productos que llevaron a su vivienda.
El Instituto Español de Estudios Estratégicos, (IEEE), expuso en su informe “La huella del coronavirus en los medios de comunicación”, que los medios, públicos y privados necesitan el dinero, un recurso igual que cualquier otra empresa o institución para funcionar y en el contexto de pandemia se ve severamente afectada, porque la pandemia ha obligado a grandes y pequeños a tomar medidas que se esperan sean solo temporales y no definitivas.
Asimismo el informe advierte que no se debe descuidar los medios de comunicación o que su propiedad esté en manos de fondos o empresas, ya que puede suponer una gran pérdida de credibilidad, independencia y pluralidad por los conflictos de intereses o por priorizar objetivos como los económicos o políticos.
Según Walter Ulloa, miembro la Asociación de Prensa de Siguatepeque, Comayagua, será muy complicado pensar que una persona pueda sobrevivir al 100 por ciento de la comunicación el siguiente año, tomando en consideración que habrá un contexto electoral en auge.
La campaña electoral podría ser un aspecto de aprovechamiento de los candidatos políticos que en sus campañas juegan con la necesidad de los medios de comunicación, donde muchos trabajadores se encuentran en los profundo de la crisis, porque han perdido sus salarios.
Ulloa agregó que existen los periodistas alineados a la clase política a nivel de diputaciones y alcaldías que no tienen esos problemas, pero también están los que respetan la profesión y para no acomodarse prefieren adoptar otro tipo de trabajo para sustentarse mientras ejercen la labor de comunicación, porque muchos negocios que pagaban la tasa publicitaria han cerrado y otro están en quiebra.