María Angélica Milla, académica y miembra de 100+ por Honduras, explicó que es “un crisol”, donde se funden los pensamientos de muchas mujeres organizadas en un movimiento que nació entre cuatro, la doctora Ligia Ramos y otra mujer en Tegucigalpa , la académica María Angélica Milla y la abogada Maribel Espinoza,  en San Pedro Sula, quienes se dieron a la tarea de convocar cada una a más integrantes con la meta de llegar a 100.

Haciendo uso del derecho de reunión y asociación, ya se habían planteado como estrategia la lucha por la salud en medio de una crisis por la pandemia del Covid-19, pero la concepción cambió encontrando más razones para exigir definitivamente la salida del mandatario quien ha venido sumando desaciertos, algunos de los últimos fueron el nuevo Código Penal, el mal manejo de las tormentas ETA e IOTA y  la vinculación con el narcotráfico que puso la cereza del pastel, describió Milla.

La académica explicó que esos últimos señalamientos lastiman el honor de la ciudadanía hondureña y en conjunto de toda la incompetencia, lo que ha hecho mal el gobernante “con sus secuaces, se decidió hacer acciones de calle en la capital del país, donde sí causan un efecto las manifestaciones, porque en otras ciudades más bien se ríen”.

El movimiento fue un llamado a las mujeres como un grupo muy afectado en el contexto de país, y también son las que más pueden generar el cambio en un Estado, patriarcal y fallido. Hasta el momento suman más de 100 integrantes y aglutina maestras, economistas, doctoras, políticas, amas de casa, académicas, defensoras, poetas, cantantes, sindicalistas, politólogas, farmacéuticas, estudiantes, periodistas, feministas, miembras de la comunidad Lésbico Gay Transexual Bisexual e Intersexual, LGTBI, campesinas, ambientalistas,  entre otros sectores

Según Milla, la mujer ha sido víctima de un sistema que no respeta su espacio. Parte de las consignas en las calles es la defensa de la vida, la justicia para las asesinadas y castigo para los criminales, con una visualización social contra la impunidad del feminicidio y femicidio, la violencia doméstica que está llegando a índices nunca antes visto,  y que nadie hace nada sino que  este nuevo Código Penal otorga una permisividad a la violencia contra la mujer.

“Es más castigado el maltrato animal que es multado,  que la violencia contra la mujer”. El articulo 341 sobre el Maltrato de Animales, se castiga con la pena de prisión de dos (2) a cuatro (4) años; si le provocara lesiones que menoscaben gravemente su salud, la pena debe ser de seis (6) meses a dos (2) años.

Y el artículo 209 sobre la violencia contra La mujer establece que quien en el marco de relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres basadas en género ejerce violencia física o psíquica sobre una mujer debe ser castigado con las penas de prisión de uno (1) a cuatro (4) años y multa de cien (100) a trescientos (300) días o prestación de servicios de utilidad pública o a las víctimas por el mismo tiempo.

Asimismo Milla detalló que en Honduras se necesita un modelo a seguir,  un hombre o una mujer que tenga liderazgo y visualice las prioridades de la población que son la alimentación, control de la violencia, salud y educación.

Finalmente agregó que el movimiento aspira a seguir creciendo y que se asocien más hasta lograr el objetivo en el cual están muy convencidas que es justo y van a manifestarse con libertad de expresión y de todos los derechos a los cuales también las mujeres deben optar sin señalamientos.