El economista Hugo Noe Pino, presentó un estudio exploratorio sobre la relación laboral de trabajadores de las plataformas digitales de Hugo y Glovo en Honduras, seguido por el foro “Plataformas digitales y relaciones laborales”, con los comentarios de Óscar Valverde, técnico especialista de la Organización Internacional del Trabajo OIT, José Navarrete, secretario de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, CUTH y Heidy Domínguez, representante de las Juventudes de la CUTH.

Pino presentó el estudio realizado en conjunto con la Fundación Friedrich Ebert América Central, con el objetivo de conocer las condiciones de trabajo en las plataformas digitales delivery,  especialmente las ofrecidas por Hugo y Glovo, y buscar sus efectos en las relaciones laborales, a través de un foro virtual este 18 de mayo de 2021.

El trabajo se realizó a finales del 2020, mediante el análisis documental y la aplicación de 14 encuestas, 7 a cada compañía con la expectativa de aumentarlas si la tendencia cambiaba. Algunos de los resultados indicaron que solo 5 de los entrevistados obtenían ingresos arriba del salario mínimo que era de 14 mil 371 y los demás estaban muy por debajo.

Las características de los trabajadores indicaron que todos son hombres,  en un rango de edad entre 19 y 24 años, a excepción de una persona,  ese empleo era su única fuente de ingresos, 6 de ellos se encontraban desempleados desde antes de la pandemia y 3 durante la cuarentena, 3 lo eligieron por la flexibilidad de horario y dos buscaban tener dinero extra.

El economista agregó que este tipo de modelo denota una precarización laboral porque anula las obligaciones del empleador y se califica como auto esclavización debido a que “para ganar más, deben trabajar más”. Cuatro de los encuestados no saben cuántas horas trabajan y tres creen que más de 75 a la semana.

Las empresas pueden hacer deducciones a los trabajadores por el cobro en las transacciones del pago, ajustes de facturas anteriores, adelanto de efectivo, el pago de la fianza para un contenedor en el que se traslada la mercadería, solo Glovo cobraba una comisión por el uso de la plataforma para obtener el empleo.

Los trabajadores se encargan de gastos como la gasolina, costos médicos y daños a  terceros en caso de un accidente, el uniforme de la empresa, no tienen seguridad social y sus trabajos dependen de la evaluación de desempeño. En el caso de Hugo es con base a estrellas,  mientras que Glovo tiene parámetros específicos, si el puntaje cae pueden perder el acceso a las plataformas, recalcó el economista.

Especificó que aunque todo parece indicar que no hay una relación de empleado y empleador, el Parlamento Europeo en el 2016 dijo que sí existe la responsabilidad,  debido a que se cumplen las funciones básicas de crear y terminar una relación laboral, reciben solicitud del cliente y fijan el precio, median el pago y encargan el trabajo al repartidor, hay términos, condiciones e instrucciones para ejecutar el servicio.

Oscar Valverde, explicó que la pandemia aumentó el tipo de trabajo en modalidad delivery, algunos casos han sido declarados como violatorios de derechos porque no  es compatible con el Estado de derecho, no hay un equilibrio entre el capital y el trabajo.

También agregó que la Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo, enfoca aprovechar todo el potencial del progreso tecnológico y el crecimiento de la productividad, inclusive mediante el diálogo social, para lograr trabajo decente y desarrollo sostenible que asegure la dignidad, la realización personal y una distribución equitativa de los beneficios para todos.

Mientras Joel Navarrete expresó con relación a los repartidores “no es un pasatiempo lo que realizan, sino que es único trabajo, no hay libertad y autonomía cómo nos han hecho creer en la publicidad para atraer personas”.

Mencionó que a la población le debe llamar la atención que las responsabilidades sean impuestas a los trabajadores.

Y que el desafío de los empleados  hondureños es quitar la narco-dictadura para dar paso a una economía y demanda laboral, con un diálogo social tripartito y decente que genere empleo desde la base con equidad de género, para los niños que laboran, jóvenes y personas vulnerables.

Entretanto Heidy Domínguez, indicó que es necesario que la juventud no malgaste su tiempo en un trabajo esclavizante por un salario, “la organización es un desafío para los trabajadores en las empresas privadas o estatales y más los de las plataformas digitales y solo a través de estos espacios se pueden exigir los derechos”.

Según los panelistas para resolver la brecha de las nuevas modalidades de trabajo digital es necesario que el Estado de Honduras contemple una legislación que regule este tipo de empleo que se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos debido a la pandemia.