El 29 de junio de 2009, segundo de un golpe de Estado violento contra el presidente Manuel Zelaya Rosales, Vicky junto a sus compañeras Michelle Torres y Fergie Alicia, salían de la casa de una amiga en San Pedro Sula y una patrulla policial empezó a perseguirlas y como estrategia se separaron , corrieron hacia distintas direcciones, pero a Vicky no la volvieron a ver hasta horas después cuando apareció asesinada en una calle de San Pedro Sula el cuerpo sin vida de Vicky Hernández apareció en una calle de esa ciudad con un impacto de bala en la cabeza.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado de Honduras por el crimen contra Vicky Hernández, una mujer trans y defensora de los derechos humanos, integrante del Colectivo Unidad Rosa. Este hecho violento que se suma a más de un centenar contra esta comunidad, nunca fue investigado, de allí que sus familiares y las organizaciones LGTBI exigieron justicia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH y después en la Corte Interamericana. 11 años pasaron hasta que lograron la condena, pero faltará saber si el Estado cumple pues es una costumbre que soslaye sus responsabilidades internacionales.
En completa indefensión
En un comunicado entregado a distintos medios de comunicación señalaron que las personas LGTBI se encuentan en condiciones de indefensión, discriminación y exclusión
Las organizaciones promotoras y defensoras de los derechos LGTBI, celebran la sentencia en el caso de Vicky Hernández y otras vr, Honduras en la cual se reponsabiliza al Estado por la violación del derecho a la vida, al derecho a la integridad personal, violación a los derechos y garantías judiciales y protección judicial, violación de los derechos de reconocimiento de la personabilidad jurídica, libertad personal , a la vida privada y a la libertad de expresión, asimismo aplauden el reconocimiento parcial de la responsabilidad internacional del Estado”, dice el comunicado
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