Solamente comunicados con elementos de una campaña de odio y estigmatización han circulado después de que un grupo armado de guardias de seguridad de la empresa Spartan Security llegaron con cadenas y tubos a golpear salvajemente estudiantes que estaban en el edificio de Química y Farmacia. La justicia para los gravemente heridos aún no llega. Las gavetas del Ministerio Público acarician la denuncia de organizaciones de derechos humanos por torturas y abuso de autoridad contra la rectora Julieta Castellanos, interpuesta pocas horas después de la violencia organizada, pero no se mueve para nada, sumará la 85 de las denuncias contra la funcionaria.
Mario Villalobos, es un estudiante indignado y un hondureño consciente de su realidad, un joven harto de vivir bajo las opresiones y la dictadura de las autoridades tanto de la universidad nacional contra la población estudiantil como desde las estructuras gubernamentales hacia el pueblo en general.
Integrantes del Movimiento Estudiantil Universitario,(MEU), denunciaron ante el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) a la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, por la campaña de odio y estigmatización en su contra en la cual hay Abuso de Autoridad y se están gastando miles de lempiras a través de la publicidad en grandes corporaciones mediáticas, según le expresaron en un escrito entregado el el Tribunal Superior de Cuentas, TSC, este 11 de julio de 2017.
A más de 12 días de la huelga de hambre de estudiantes de la Universidad Nacional autónoma de Honduras, UNAH, ya son siete que participan en la misma, la cual se inició con demandas concretas desde el pasado 27 de junio de 2017, entre ellas la renuncia de la rectora Julieta Castellanos y el cese de la criminalización de quienes hacen uso de su derecho legítimo de libertad de expresión a través de la protesta social.
Ser docente en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, y madre de un estudiante criminalizado por defender sus derechos en la universidad, es sinónimo de persecución, amenazas, despidos y campañas de desprestigio, en momentos en que este centro de estudios sufre una de las peores crisis.