Tegucigalpa, Honduras. Laureano Carbajal, abogado defensor de tres estudiantes universitarios, acusados por usurpación, fue detenido esta mañana por miembros de la ATIC y de la policía militar, luego de un sonado allanamiento a su residencia en el sector dos de la colonia 21 de Octubre de Tegucigalpa.
El desalojo que sufrieron militantes del movimiento universitario el 04 de agosto en las instalaciones del Centro Universitario Regional del Litoral Pacífico,(CURLP), después de 40 días de toma de las instalaciones, dejó como resultado 15 estudiantes con requerimientos fiscales, acusados de usurpación. Los afectados denunciaron el papel nefasto del CONADEH en este proceso que ha servido para levantarles perfiles y no como lo señala la Ley de esta institución que es velar por los derechos humanos.
El Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) convocó a un miércoles de capuchas que consistió en una movilización interna y toma pacifica de uno de los portones, lo que provocó según fuente acreditada que la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) solicitara un desalojo de las instalaciones de la Ciudad Universitaria, este miércoles 02 de agosto de 2017.
Las autoridades universitarias reunidas en Consejo Universitario decidieron aprobar la modificación de tres artículos de las normas académicas, el primero es un claro ataque a universitarios que cursan una segunda carrera por considerarlos peligrosos o de mala conducta, el segundo habla de regular supuesto acoso sexual de estudiantes hacia docentes y el tercero es un atentado a los derechos de la protesta y libertad de expresión.
Con apenas 18 años Kelin Teresa Murillo ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, (UNAH), en septiembre del 2015, hace un año empezó a participar en el movimiento estudiantil por medio de las asambleas informativas en las facultades se dio cuenta de las acciones.
Relató a pasosdeanimalgrande.com a través de “Historias no contadas de una huelga de hambre en la UNAH”, cómo su esfuerzo se unió con otros para sostener la lucha que ya lleva más de dos meses en el 2017.
La tercera ola de protestas estudiantiles inició desde el 24 de mayo de este año, 20 estudiantes fueron capturados cuando en protesta por el juicio contra los estudiantes Moisés Cáceres, Sergio Ulloa y Cesario Padilla, se tomaron el edificio administrativo de la UNAH, eso derivó en capturas y procesos penales por daños agravados y privación injusta de la libertad contra guardias de seguridad que pretendieron acabar con su vida esa noche de la fecha indicada. Después se produjeron más capturas de cinco estudiantes de la Facutad de Química y Farmacia, acusados de usurpación y privación injusta de la libertad contra empleados del edificio que no autorizaron al Ministerio Público a iniciar un proceso puesto que no exisitió el delito.
La UNAH es mi hogar
Fue un proceso de trabajo y de ganarse la confianza dentro de la estructura, por el hecho de que “siempre hay infiltrados en los movimientos sociales”, pero a medida que adquirió conocimientos y aprendió cada día más acerca de las necesidades de los y las estudiantes y los problemas de la Ciudad Universitaria, su integración fue total.
“Me alegró tanto haberme involucrado en este tipo de cosas, sé más de dónde estoy, ya la universidad no es un lugar más donde tengo que recibir clases, sino como mi hogar, como una casa de estudios que me enriquece cada día más”, dijo la joven encapuchada.
Su sueño es ser libre y feliz, no le pide más a la vida, trata de estar en buena comunión con las personas, quiere graduarse y dejar una huella en lo que hace e innovar las cosas de corazón, además de realizar aquello que la apasiona, en este momento son los animales y el campo.
Las noches a veces son largas, la guerra sicológica no deja espacio para dormir y hay que estar en vela para que no suceda una tragedia a quienes se mantienen por más de un mes en huelga de hambre.
Las patrullas policiales, los disparos, gritos desgarradores por las noches para sembrar el pánico, los carros sin placas y vidrios polarizados que merodean entre la media noche y la madrugada, así como los globos sonda de desalojo, son las cosas que ella y todos sus compañeros y compañeras deben vivir todos los días.
Mientras la rectora Julieta Castellanos continúa con su campaña de desprestigio, estigmatización y odio contra quienes llevan la bandera de la lucha, del otro lado las ansias de democracia en la UNAH son más fuertes que cualquier amenaza.
Ella y el movimiento estudiantil lo que esperan son respuestas, no quieren diálogos con el pie en la cárcel a través de más de 30 procesos penales incoados a instancias de la rectora castellanos.
En su búsqueda por una solución pacífica entregaron un anteproyecto de Ley al Congreso Nacional donde esperan establecer un gobierno estudiantil y después una asamblea constituyente que transforme a la UNAH y donde exista la participación de los estudiantes para la toma de decisiones que vayan a favor del estudiantado.