Entre los meses de septiembre y diciembre del presente año, la ASOPODEHU documentó 13 agresiones contra periodistas de diferentes municipios del país, siendo Copan el Departamento con mayor cantidad de agresiones.

Entre las agresiones se registró el asesinato de Francisco Ramírez, quien se encontraba bajo oficial, a pesar de las medidas de seguridad que tenía, esto no impidió que lo asesinaran en la ciudad de Danlí. Esto deja entrever que el personal asignado a estas labores no se encuentra debidamente preparado para brindar seguridad. Muchos de los periodistas que reciben medidas no son las adecuadas, y el personal encargado de hacer los análisis de riesgo no lo hacen en los lugares  donde reciben las denuncias, sino que lo hacen vía teléfono.

Javier Hércules es otro de los periodistas que sufrió un atentado en la ciudad de Santa Rosa de Copán. El pasado 9 de noviembre fue secuestrado por desconocidos quienes lo llevaron hasta un lugar solitario y tuvo la suerte de que una patrulla circulara por ese mismo lugar, lo que alertó a los malvivientes y estos se dieron a la fuga.

En estos últimos meses del año, la zona del occidente del país ha sido escenario de múltiples agresiones para los periodistas de ese sector, quienes han sufrido campañas de desprestigio, agresiones, amenazas, atentados, obstrucción informativa, discursos estigmatizantes. Otros municipios donde se han registrado agresiones son el Distrito Central, donde el periodista Kevin Contreras denunció al empleado de la Secretaría de Derechos Humanos, SEDH, por Addy Daniel Rodas, quien agredió físicamente a Contreras y lo amenazó a muerte cuando este se encontraba departiendo con unos amigos.

La mayor parte de las agresiones vienen de un funcionario, molesto por ejercer un periodismo crítico que desvela la mala administración del gobierno central así como los gobiernos locales.