"Tanto femicidio y nadie en el presidio”, gritan las mujeres exigiendo el cese a los femicidios y a la violencia machista y patriarcal mientras se manifestaban en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Para muchos colectivos feministas este solo es otro ocho de marzo que las mujeres, jóvenes y niñas hondureñas no tienen nada que celebrar, así amanece un miércoles gris en la capital de Honduras, feministas gritan consignas de protesta en los bajos del Congreso Nacional para que cese la violencia femicida en el país.
“Diputadas y diputados, en el congreso no hacen nada”, cuestionan las mujeres organizadas del Movimiento Mujeres por la Paz “VISITACIÓN PADILLA”, cansadas de escuchar promesas que solo se quedan en papel o en una simple noticia que lo único que genera es una esperanza que nunca llega.
Los pañuelos morados flameaban en los bajos del congreso, como se conoce popularmente, aunque la marcha de las mujeres siempre es pacífica, la exigencia está llena de impotencia y coraje al ver que la justicia no llega y los derechos de las mujeres siguen lista de espera.
Jóvenes y grandes se apostaron a la marcha, porque esta lucha es de todas, porque en el país ya no solo le quitan la vida a una mujer adulta, sino que los abusadores también atentan contra la integridad física de niñas y adolescentes.
Amanda Arteaga Flores es una señora que pertenece al movimiento Visitación Padilla, ella es una de las pocas que sobrevivió a años de violencia y abuso perpetrados por su ex pareja, la violencia fue tanta que ella ya no recuerda cuantos años sufrió, “lo que sí sé es que fueron muchos años de dolor”, asegura la señora con su rostro un tanto cansado por la vida que ha llevado.
Mientras portaba su bandera y pancarta con la consigna, ¿Qué exigimos?, justicia y respeto para las mujeres, la mujer de 57 años en conversación con Pasos de Animal Grande exigió a la presidenta Xiomara Castro que le de justicia a cada uno de los femicidios registrados en el país.
Arteaga también cuestiona que Castro no manda nada, “queremos que se ponga más pilas y que nos de seguridad, los violadores hacen lo que quieren y la justicia no les llega nunca, queremos más seguridad para nosotras, nuestras hijas y nietas”, exigió la humilde madre de familia de cuatro mujeres y tres hombres.
Mencionó que ahora se une a las luchas por sus hijas y por todas las mujeres del país, “yo sufrí violencia de todo tipo porque mi marido tenía otra mujer, pero me deshice de ese hombre y lo saqué de mi casa, no quiero que más mujeres sufran violencia como sufrí yo”, suplicó.
Arteaga es una mujer que se dedica a hacer su trabajo doméstico y es originaria de la colonia Los Pinos de Tegucigalpa y llama a las mujeres que hoy sufren violencia doméstica e intrafamiliar para que no callen y que salgan de esa vida de sufrimiento. “Yo les digo a todas esas mujeres que sufren violencia doméstica, una mujer golpeada está mejor sola que mal acompañada”.
La marcha no solo la hizo el grupo de Visitación Padilla, diferentes organizaciones feministas también cerraron avenidas de la capital hondureña. Las mujeres que defienden sus derechos y la vida de muchas se dispersaron por diferentes zonas para ser escuchadas en todas partes y para que no se registre una víctima más y que se detenga la violencia del sistema patriarcal y machista que está enraizado en la sociedad hondureña.
El repudio de los colectivos nace porque desde el 01 de enero de 2023 hasta la fecha, 83 mujeres han perdido la vida de forma violenta, es por ello que los colectivos feministas exigen al Estado de manera contundente que realice acciones para frenar y erradicar la violencia que cada día se agudiza más.
En conversación con Pasos de Animal Grande la defensora de derechos de las mujeres Merly Eguigure, delimitó que la principal demanda es un alto a los niveles de violencia que vive Honduras, asegura este país sigue sin la creación de una política integral.
“Nosotras consideramos que así como hay grupos élites de investigación para el tema de narcotráfico y secuestro de empresarios, también debería existir un grupo èlite que investigue los femicidios, porque nada justifica la ola de violencia en contra de nosotras”, exigió.
Mencionó que hace más de cuatro años también están exigiendo la aprobación de la Ley de Casa Refugio, porque las organizaciones de mujeres ya no pueden seguir sosteniendo las mismas, dado que esto es obligación del Estado.
Además, exigen la reforma al Código Penal, porque los asesinos de mujeres no puedan defenderse en libertad o recibir penas que son irrisorias, “para nosotras el tema de femicidios debería tener cadena perpetua”, insistió.
Eguigure, al igual que muchas mujeres repite que no hay nada que celebrar y que este solo es un día de lucha. “Vamos a celebrar el día que las mujeres disfrutemos plenamente nuestra vida, eso es un sueño, una utopía, siempre habrán razones en el mundo para seguir luchando”.
Ante la ola de violencia que se ha disparado en el país los últimos días y pese a que Honduras está bajo estado de excepción, la presidenta Xiomara Castro mediante un tuit exigió a la Secretaría de Seguridad mayor respuesta, “Secretaría de Seguridad: No es posible que estemos bajo ataque del crimen organizado en constantes masacres y feminicidios, entre otros. ¡Exijo contundentes acciones y resultados en las próximas 72 horas! ¡Se terminó el tiempo de espera!
Para Eguigure eso es un paso importante, sin embargo, considera necesario y oportuno que Castro también le exija respuestas concretas a los entes de investigación sobre el tema de los femicidios porque nada justifica la lentitud en la investigación de los femicidios, aseguró la defensora.
Aprobaciones a leyes en el Congreso Nacional estarían con una segunda intención
La directora ejecutiva de Acción Joven Honduras, Jinna Rosales, manifestó que las demandas entorno a la deuda que el gobierno tiene con las mujeres son más de diez.
Al tiempo que adelantó sobre la presentación de diferentes propuestas de ley que supuestamente estarían siendo aprobadas en horas más tarde, entre ellas estaría la ampliación del tiempo de maternidad y lactancia para las mujeres en sus establecimientos laborales.
Aunque reconoce que es un avance en derechos de mujeres, debate que no todas las hondureñas tienen un empleo formal en el país, por lo cual se estaría beneficiando a un grupo minoritario y privilegiado que cuenta con un empleo formal, “es un avance, pero no podemos decir que el gobierno está cumpliendo”, reflexionó Rosales en conversación con Pasos de Animal Grande.
Lamentó que las organizaciones de mujeres no reciban respuestas contundentes y solo “probaditas” de alguna leyes, aunque no están mal, considera que no es lo que realmente podrá mostrar avances significativos para los derechos de las mujeres.
“Recordemos que más del 50 por ciento de la población somos mujeres, la mayor parte de esta población vive en vulnerabilidad, estamos alzando la voz para que se establezcan leyes a favor de todas las hondureñas sin distinción de clases, ni discriminación”, exigió Rosales.