Domingo, Nov 2024

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A la derecha en la foto tres hombres armados, uno de ellos dispara en reiteradas ocasiones contra el cuarto donde usualmente duerme Ramiro Lara.La foto de la izquierda muerta el impacto de las balas en los ventanales.

Desconocidos tirotearon de unos 22 balazos la vivienda del ambientalista José Ramiro Lara Zavala quien también es integrante de la ASONOG y ha denunciado junto a la comunidad de El Carrizal, aledaña a Santa Rosa de Copán, Copán, al Occidente de Honduras, la deforestación contra ese bosque. El hecho ocurrió la medianoche del 15 de septiembre recién pasado.

Tres hombres fuertemente armados y a pie llegaron a los afueras de la vivienda de Lara Zavala e iniciaron el tiroteo hacia la segunda planta de la casa, precisamente al cuarto donde duerme el defensor que afortunadamente no estaba allí.

El departamento de Copán es una de las zonas silenciadas en información, allí pasan muchas cosas que no son informadas por la prensa del sector, por diversos motivos, entre ellos la autocensura, la influencia de una minera, de otros sectores de poder y grupos paralelos.

De acuerdo a comunicados de la Red de Organizaciones no Gubernamentales de Honduras, ASONOG, el afectado se ha dedicado a defender sitios cercanos a Santa Rosa de Copán, entre ellos la comunidad de El Carrizal y la microcuenca La Hondura.

Este es el comunicado de ASONOG:

 

Asimismo la comunidad de El Carrizal emitió un comunicado donde condena el ataque y señala que las acciones de terror no detendrán la defensa del bosque y el medio ambiente que viene realizando.

Este es el comunicado:

De acuerdo al plan de gobierno de la presidenta Xiomara Castro, la protección de las personas defensoras de los derechos humanos en Honduras se iba a redoblar, sin embargo el Mecanismo Nacional de Protección está en las latas y su operatividad es precaria.

La semana pasada al defensor de los derechos Humanos Jorge Jiménez de JOPRODEH, una decisión del Comité Técnico en una sesión extraordinaria, la segunda en menos de un mes, reiteró la disminución de las medidas de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, en un acto sin precedentes, la primera vez quizá desde que hay transferencia de medidas de este organismo internacional que no pueden ser disminuidas sino robustecidas.

 

 

 

 

 

 

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