Martes, Oct 2024

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El virulento ataque de los bots oficiales contra la periodista Thelma Mejía, coordinadora de noticias de Canal 5 viene a ratificar la escalada de amenazas que los informes de la Relatoría de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana y del Departamento de Estado advirtieron que se desataría contra los medios de comunicación, periodistas, cooperantes y actores críticos.

El clima de intolerancia oficial sigue en ascenso contra periodistas, actores sociales críticos a la gestión gubernamental, así como contra organizaciones que han revelado investigaciones de la realidad nacional.

Empleados públicos- que se esconden en el anonimato- contratados para crear desinformación y atacar a quienes no comulgan con ciertas acciones de la administración de Xiomara Castro, así como algunos de sus ministros, ministras y asesores agreden ferozmente a todos aquellos que critican o dan recomendaciones para mejorar las políticas actuales.

Thelma mejía, su compañero el periodista Renato Álvarez, director del noticiero TN5 y el foro Frente a Frente, así como la periodista Wendy Funez directora del periódico virtual Reporteros de Investigación y los periodistas Carlos Martínez del programa televisivo “En la mira”, Dagoberto Rodríguez, director de noticias de Radio Cadena Voces y Armando Villanueva director de CHTV y responsable de la sección “Apuntes" de diario El Heraldo, son constantemente víctimas de las enardecidas hordas digitales del gobierno.

Hace unos cinco meses más o menos, a Mejía le escribieron diciéndole: “mira que vas a aparecer en una cuneta”, pero luego hace unos 15 días los ataques escalaron en número y agresividad, después que ella, en un post y de forma general, hiciera alusión a que este país es un circo con malos espectáculos.

Una violencia que crece

Sobre los ataques que está recibiendo, Mejía cree que esta es parte de la virulencia en las redes sociales sobre los medios de comunicación, sobre periodistas, actores claves que han sido críticos frente a la gestión gubernamental, o que han hecho propuestas o revelado investigaciones.

Tales acciones reflejan un clima de intolerancia hacia la libertad de expresión y al derecho que tienen todas las personas, no solo los periodistas, de opinar y expresar sus inquietudes sobre lo que está pasando en el país, expresó.

“En mi caso, ya días vengo siendo objeto de esos ataques, pero me ha llamado la atención porque en las últimas dos semanas ese nivel de violencia ha ido creciendo. Hace unos cinco meses más o menos, ahí escribieron diciéndome: mira que vas a aparecer en una cuneta”.

No son insultos normales, pero son cosas que uno no les responde. Creo que lo que ellos quieren también es que uno caiga en un dime que te diré y en ese territorio ellos llevan la ventaja porque su propósito precisamente es tratar de desestabilizar personas, medios de comunicación, generar miedo, intimidación, con el propósito de que las personas que son objeto de sus ataques se inhiban, se salgan de las redes y que no sigan opinando, ni expresando, ni escribiendo, ni expresando sus inquietudes, analizó Mejía.

“Ese es el propósito final. A ellos no les interesa debatir ideas, ni confrontar las ideas con sus argumentos porque ellos no son de argumentos, ellos son gente que está entrenada para generar violencia. Y muchas de estas personas, estas tropas digitales, uno los ve que están ligadas al oficialismo”.

En los entrenamientos que “uno ha tenido de cómo manejarse en las redes sociales y frente a estos grupos, nos enseñan a detectar a esta gente. Uno ve el tiempo que tienen de permanencia, de quienes los siguen y son identificados claramente como activistas del partido en el poder que trabajan con el gobierno”, denunció.

La reconocida periodista recordó que le llamó la atención el nivel de agresividad de los bots porque el post que escribió lo que dijo fue que “este país es un circo, con malos espectáculos, algo así”.

A raíz de esa publicación se le vino una andanada de ataques, sorprendiéndole el nivel de la violencia política, el nivel de odio, de incomodidad, hasta decirle, bueno, “creo que es tiempo ya de empezar a extraerte los ovarios, o de cerrarte o hackearte tu cuentita, no sé qué”.

Explicó que, ante las amenazas, lo que hizo fue responder con ironías para evidenciarlos, registrarlos y que sepan que ya sabe quiénes son o de dónde vienen.

“A mí no me van a inhibir en mi ejercicio de libertad de expresión. Porque yo creo que en todos los post que tengo, no son ofensivos, ni nada. Yo trato de manejarme dentro de los cánones periodísticos, de respeto a la autoridad, a la investidura de la autoridad, pero sí cuestionando lo que no me parece, pero con estilo, sin caer en el vulgo”.

“Me imagino que eso les inquieta, y lo otro que yo he hecho es ignorar a mucha de esa gente. Pero frente a este nivel, a esta escalada que se está dando sí me pareció oportuno registrarlo, porque no puede ser que un tuit que dice generalidades de un país haya generado tanta incomodidad”.

Mejía rememoró que las tropas digitales del oficialismo ya se habían molestado antes, cuando recomendó dos lecturas de medios y una era relacionada a cómo están mutando las redes de criminalidad organizada y de corrupción y cómo están cooptando los estados. Un artículo con una visión regional del Triángulo Norte que le pareció interesante.

Luego sugirió otro sobre cómo el gobierno de la presidenta Castro estaba cayendo en la enredadera de su propio partido Libre. Donde se detallan todos los últimos hechos que han pasado y que se ven. “Entonces empezaron a cuestionar a insultar, pero el segundo fue como el que desató la furia”, detalló la periodista.

Otros periodistas y críticos están pasando la misma situación. Es una espiral que viene a ratificar lo que han venido advirtiendo los informes de la Relatoría de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el informe del Departamento de Estado, en cuanto a que el país vive una alta violencia política, una polarización, y que los medios de comunicación, periodistas y actores críticos de la sociedad civil y de cooperación están siendo objeto de los ataques en las redes sociales con discursos de odio, que según en esos informes, en su mayoría son promovidos desde el mismo gobierno.

El silencio a veces es prudencia, pero no es sinónimo de cobardía. Ellos están acostumbrados a atacar, a denigrar y a difamar. Es impresionante toda la desinformación y las especulaciones que generan. Quieren que uno agache la cabeza y quieren que uno se quede callado, que uno les pida hasta disculpas, ¿por qué se va a disculpar uno de lo que no ha hecho y de lo que no es parte?, cuestionó la coordinadora de noticias de Canal 5.

Ante el llamado de Angélica Álvarez, ministra de Derechos Humanos de que acuda al mecanismo de protección, Mejía respondió: “voy a hacer uso de las facultades, digamos, del derecho que me da la ley. Voy a gestionar la denuncia en la gente que considero adecuada. Pero sí lo voy a hacer”.

El caso de Mejía por tratarse de una profesional muy vinculada a los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, ya es conocido a nivel mundial, recibiendo de ellas muchas muestras de solidaridad.

Periodistas bajo ataque

Todo ataque contra un periodista es un ataque a la libertad de expresión, de prensa, de información y opinión. Y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) condena todo ataque en contra de un periodista o personas vinculadas a los medios de comunicación, sostuvo su portavoz Julio Velásquez.

Los enemigos de la libertad de expresión han convertido el periodismo en una profesión de alto riesgo. Entre el 2016 y abril del 2024 el Conadeh recibió 123 quejas de personas vinculadas a medios de comunicación que denunciaron estar en riesgo o ser víctimas de desplazamiento forzados.

De las 123 denuncias, 71 fueron presentadas en los últimos 40 meses, es decir que esos ataques contra la prensa continúan siendo una realidad en el país. “¿Hasta cuándo, es el llamado del Conadeh a las autoridades hondureñas, se va a seguir permitiendo que se siga atentando contra los periodistas y la libertad de expresión?”, cuestionó el portavoz del Conadeh.

Ataques de ministro

Los periodistas Carlos Martínez y Wendy Funez son otros de los han sido atacados en las redes sociales por los bots, pero sobre todo por José Carlos Cardona Erazo, actual ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Cardona se baja el canasto en las redes sociales a cada rato para lanzar insultos o acusaciones contra periodistas.

Al periodista Carlos Martínez a través de un X, Cardona  le acusó de promover una beca para alguien cercano , además de manifestar que vive de la calumnia, solamente porque el comunicador colocó un mensaje donde señaló “se viene una querella contra un ministro de @XiomaraCastroZ por difamar a un periodista…”

Wendy Funez, Directora del medio digital  Reporteros de Investigación, expresó que cada vez que publican un tema que tiene que ver criminalidad, corrupción estatal, los bots se activa, toman la marca de su medio y comienzan a generar desinformación y amenazas, por lo que ha buscado apoyo en el Mecanismo de Protección.

En el caso de los ataques de Cardona, ella considera que este funcionario se dispara porque lo que anda buscando es protagonismo. “A mí me llamaron y me dijeron que este muchacho no haya cómo acumular poder, cómo tener protagonismo. Me dijeron que la presidenta prohibió campañas políticas a todos los funcionarios, pero él lo que ha hecho es que a la mujer la ha puesto a participar en política con fondos de Sedesol”, sostuvo Funez.

Además, aseveró la periodista, que Cardona tiene un club de amigos y está buscando que se quiten de sus puestos a todos los ministros que no están en su selecto grupo. Incluso ha estado interviniendo en las elecciones estudiantiles de la UNAH. Ha cooptado todo el movimiento estudiantil. Las denuncias sobre esto es lo que le molesta a Cardona y de ahí nacen las agresiones, señaló Funez.

Los diversos tratados internacionales sobre derechos humanos, de los que el Estado hondureño es suscriptor, ya establecen que sin libertad de expresión, de prensa y de opinión no puede haber una potente democracia y que solo los gobiernos autoritarios atentan contra ellos.

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